En primer lugar, esto proporcionaría a un joven la certeza y el conocimiento para hacer frente a cualquier tipo posible de problema humano, ya sea interpersonal, familiar, ético, moral, y, por supuesto, la causa espiritual de tales problemas. En segundo lugar, supondría una profesión muy gratificante, pues serviría para ayudar a personas de todos los sectores de la vida a que logren una mayor conciencia y respeto, tanto en relación a sí mismos como a sus semejantes.
Hay demanda de auditores en toda Iglesia y misión de Scientology en todo el mundo. En consecuencia, cualquier joven estaría contribuyendo a satisfacer una gran demanda, así como contribuyendo grandemente a hacer de este mundo un lugar más cuerdo, mejor y más racional por medio de entrenarse para entregar auditación.