Ya que Scientology es relativamente una religión joven, la mayoría de los scientologists tienen parientes que no son scientologists. La Iglesia anima y ayuda a sus miembros para que tengan relaciones familiares excelentes, independientemente de que sus familiares sean o no scientologists. De hecho, las relaciones de un scientologist con el resto de su familia mejoran de forma sistemática una vez que este ha iniciado la práctica de Scientology, puesto que adquiere los medios para incrementar la comunicación, y resuelve cualquier conflicto que pudiera haber existido.
La Iglesia no escatima esfuerzos para reconciliar las diferencias de la familia cuando surge un problema. Por ejemplo, los capellanes de Scientology asisten a los miembros de la familia para que se reúnan y descubran mutuamente la verdadera causa de sus desacuerdos. Los amigos y familiares de los scientologists siempre son bienvenidos a visitar la Iglesia, a conocer a otros scientologists y a que resuelvan cualquier duda que puedan tener en lo que a Scientology se refiere. Ya sea que los otros miembros de su familia decidan hacerse scientologists o no, los scientologists están profundamente orgullosos de su historial en cuanto a la resolución de problemas y conflictos familiares.